En un acontecimiento que reafirma la posición de liderazgo de Chile en el ámbito de la astronomía a nivel mundial, el país se alista para consolidar su estatus como el principal polo de observación astronómica de la década de 2030. Este logro se debe en gran medida a la suma de nuevos observatorios a la ya impresionante infraestructura existente, entre ellos, el Giant Magellan Telescope (GMT), el European Extremely Large Telescope (E-ELT), y el Observatorio Vera C. Rubin, este último portador de la cámara digital más grande del mundo para astronomía óptica.
La gestión de los vastos volúmenes de datos que estos observatorios generarán representa un desafío colosal. Por fortuna, Chile ya cuenta con el Laboratorio Nacional de Computación de Alto Rendimiento (NLHPC) y su supercomputador Guacolda-Leftraru, una pieza central en la infraestructura de procesamiento de datos del país. Aun así, la especificidad y magnitud de las necesidades computacionales en astrofísica han llevado a la creación de Geryon 3, un supercomputador dedicado exclusivamente a esta disciplina, reforzando así el ecosistema científico nacional.
Geryon 3, cuyo nombre proviene de un rey mitológico griego de tres cuerpos, simboliza un avance significativo para el Centro de Astrofísica y Tecnologías Afines (CATA). Este centro, una colaboración entre universidades chilenas de renombre, ha visto en Geryon 3 la culminación de un largo anhelo, reflejado en una inversión de más de 350 millones de pesos. Su inauguración, a cargo del decano de la Facultad de Física Samuel Hevia, junto a destacadas autoridades y académicos, marca el inicio de una nueva era en la investigación astrofísica en Chile.
El decano Hevia enfatizó la importancia de contar con un sólido grupo de teoría y simulación que complemente las capacidades observacionales, subrayando el papel fundamental que Geryon 3 jugará en el desarrollo del Instituto de Astrofísica y de la comunidad CATA en su conjunto. Por su parte, el director de CATA, Guido Garay, destacó que el supercomputador permitirá no solo analizar la inmensa cantidad de datos generados por los nuevos megatelescopios sino también realizar simulaciones más potentes para una comprensión más profunda del universo.
Ubicado en el Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica, en el Campus San Joaquín, Geryon 3 se encuentra en una sala especialmente acondicionada para su operación. Junto a él, su «hermano» Geryon 2, que ha posibilitado numerosas investigaciones y publicaciones científicas, testimonia la evolución incremental de la capacidad computacional en astrofísica en Chile.
Con 12 nodos, cada uno dotado de 64 núcleos y 512 Gb de memoria, para un total de 768 núcleos, Geryon 3 multiplica por más de cuatro veces el potencial de procesamiento de información, marcando un hito en la investigación astrofísica y consolidando a Chile no solo como un observatorio del cielo, sino también como un líder en la interpretación del cosmos.