Cada vez son más las personas que reconocen cómo el manejo del dinero influye en su bienestar emocional. La preocupación constante por los gastos, el endeudamiento o la falta de planificación puede generar un estrés significativo y ansiedad, afectando no solo la salud mental de los individuos, sino también su capacidad para tomar decisiones financieras informadas. Muchos se sienten abrumados por su situación económica, lo que intensifica esos sentimientos negativos, convirtiendo el manejo del dinero en una fuente de angustia en lugar de ser una herramienta para alcanzar metas personales. Es vital comprender que hablar sobre salud financiera es sinónimo de abordar el bienestar emocional de manera integral, ya que ambos aspectos están indisolublemente ligados.
Al planificar sus gastos y hacer seguimiento de sus obligaciones, las personas no solo están más cerca de alcanzar sus metas económicas, sino que también logran reducir su estrés. Esto se traduce en un aumento de la confianza en sus decisiones financieras y, por ende, una mayor sensación de control sobre sus vidas. Ingrid Barahona, CDO & Innovation de Experian Chile, señala que «cuando las personas se sienten seguras sobre su situación financiera, toman decisiones con mayor claridad y confianza». Este énfasis en la educación financiera se ha convertido en un pilar fundamental en la promoción del bienestar emocional, resaltando la importancia de tener acceso a información útil y herramientas de autogestión.
La gestión responsable del crédito y las finanzas es esencial para mantener una buena salud tanto financiera como emocional. Utilizar el crédito de manera consciente puede ser un gran aliado para alcanzar metas importantes, como la educación o la adquisición de una vivienda. Sin embargo, para que el crédito desempeñe ese papel aliado, es fundamental evitar el sobreendeudamiento y priorizar el pago puntual de las obligaciones. Adoptar hábitos como elaborar un presupuesto realista y anticiparse a imprevistos no solo mejora la estabilidad económica, sino que también contribuye a reducir el estrés asociado con la gestión financiera.
Ante situaciones de crisis, como deudas pendientes o la sensación de que el dinero no alcanza, muchas personas pueden experimentar ansiedad. Para ayudar a recuperar el control y tomar decisiones más acentuadas y conscientes, Experian sugiere una serie de acciones prácticas. Estas incluyen priorizar las obligaciones más urgentes, conocer la situación financiera actual y establecer un presupuesto ajustado que permita cubrir lo esencial. Estos pasos ayudan a reducir la presión y proporcionan una sensación de avance y control tan necesarios en momentos de incertidumbre financiera.
Finalmente, en un entorno digital donde el fraude está en aumento, proteger la identidad digital es vital para el bienestar emocional y financiero. Experian reporta que un 57 % de los consumidores han notado un incremento en los intentos de fraude digital. Por ello, es crucial estar alerta ante posibles señales de alerta y adoptar prácticas de protección de datos. Medidas como el uso de soluciones de privacidad digital, la revisión frecuente de cuentas y la desconfianza hacia comunicaciones sospechosas no solo salvaguardan la información personal, sino que también generan una sensación de seguridad que contribuye significativamente al bienestar emocional.




