El esperado Black Friday aterrizó en Chile el 28 de noviembre, generando un fervor comercial que abrió las puertas a una intensa competencia entre los retailers del país. Este evento, que se complementa con el Cyber Monday, no solo representa un hito en términos de ventas, sino que también desafía la capacidad logística de las empresas chilenas. En un contexto donde las ofertas agresivas son la norma, la verdadera batalla se libra en el campo del delivery, donde el tiempo de entrega se convierte en un factor crítico para la satisfacción del cliente.
Con un impacto notable en la economía chilena, el Black Friday 2024 superó los 550 millones de dólares en ventas, incluyendo tanto transacciones en línea como presenciales, conforme a los datos proporcionados por la Cámara de Comercio de Santiago (CCS). Esta cifra abrumadora se traduce en más de 10 millones de compras, lo que evidencia un crecimiento explosivo en el comercio tanto físico como digital. Sin embargo, este auge trae consigo complicaciones operativas significativas, ya que la satisfacción del cliente depende de la eficiencia en las entregas.
Los datos del Servicio Nacional del Consumidor (SERNAC) revelan que el principal motivo de reclamo durante el Black Friday fue el «retardo en la entrega», constituyendo un alarmante 33% de los reclamos. Junto con la anulación de compras, estos problemas representaron más del 50% de las quejas en los eventos masivos. La presión no solo recae sobre las carreteras, sino también en los centros de distribución, donde la congestión puede resultar catastrófica. Las empresas deben implementar soluciones tecnológicas para optimizar la logística y mejorar su capacidad de respuesta ante el aumento de la demanda.
Cristóbal López, Country Manager de Drivin Chile, destaca que el desafío no se resuelve simplemente agregando más camiones a la flota. En un entorno logístico complejo como el chileno, donde geografía y tráfico influyen en la eficiencia, es esencial un orden digital en la gestión de recursos. Drivin, que ofrece software de gestión de transporte (TMS), ha logrado que sus clientes reduzcan hasta un 30% los kilómetros recorridos durante picos de demanda, lo que demuestra que la eficacia logística es un elemento diferenciador en el competitivo mercado chileno.
Para ayudar a las empresas a afrontar estos retos, Drivin propone cinco recomendaciones clave de cara a la temporada alta. Primero, un análisis y preparación exhaustiva es fundamental para mantener niveles óptimos de inventario y evitar el desabastecimiento. Segundo, mejorar la experiencia de e-commerce al optimizar la velocidad de carga de las plataformas y simplificar el proceso de pago. Tercero, una gestión ágil de devoluciones es crucial, ya que la tasa de devoluciones puede aumentar drásticamente. La adopción de un TMS no solo permite un mejor control de la última milla, sino que también asegura una experiencia del cliente más fluida y menos frustrante, lo que se traduce en fidelización a largo plazo.
