En un avance sin precedentes para la conservación de la vida silvestre, investigadores del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) están implementando una técnica revolucionaria para estudiar a los osos polares, junto con otras especies esquivas como el lince euroasiático y el leopardo de las nieves, en sus hábitats naturales cubiertos de nieve. Este enfoque, que involucra la recolección de ADN a partir de células de la piel encontradas en huellas en la nieve, promete abrir nuevos caminos en la lucha contra el impacto del cambio climático en estas especies vulnerables.
Dada la dificultad, el costo y el tiempo que conlleva localizar y estudiar a los osos polares en el vasto y gélido Ártico, los científicos han buscado métodos alternativos para recopilar datos esenciales sobre estas criaturas emblemáticas. La nueva herramienta de análisis de ADN ambiental, que evita la necesidad de capturar físicamente a los animales, representa un paso significativo hacia una investigación menos invasiva y más sostenible.
Melanie Lancaster, del Programa Ártico Global del WWF y autora principal del estudio publicado en Frontiers in Conservation Science, explica la complejidad de estudiar estos animales en el Ártico y cómo el cambio climático agrava estos desafíos. La técnica de ADN ambiental, inspirada en procedimientos forenses capaces de analizar muestras diminutas y degradadas de ADN, ofrece una solución menos estresante y peligrosa para los animales y más segura para las comunidades indígenas locales.
Este método no solo es más respetuoso con los osos y las comunidades que conviven con ellos, sino que también proporciona datos precisos sobre la identidad de los individuos, un aspecto crítico para los esfuerzos de conservación. A pesar de las bajas concentraciones de ADN recuperadas de las huellas en la nieve, los investigadores lograron identificar 12 osos polares individuales de 13 muestras genotipificadas, demostrando la viabilidad de esta técnica para estudios poblacionales.
Los resultados son prometedores no solo para los osos polares sino también para otras especies como linces y leopardos de las nieves, ofreciendo una nueva esperanza en el monitoreo de la fauna en zonas remotas y contribuyendo significativamente a los esfuerzos de conservación frente al cambio climático global. Este avance destaca el papel crucial de la innovación científica en la protección de nuestro planeta y sus habitantes más vulnerables.