Cada proyecto cuenta con un desafío en sí. Trabajar para avanzar en eficiencia y transición energética involucra un desarrollo y un trato que escuche a las localidades, pero que también preserve y respete el hábitat natural de las especies que lo componen.
Para Paola Basaure, vicepresidenta de Asuntos Corporativos y Sostenibilidad en Transelec, “el cambio climático es el principal desafío ambiental que no involucra sólo a las empresas, sino también a las comunidades del mundo”, afirma.
También ingeniera civil y magíster en Recursos y Medio Ambiente Hídrico, dirige desde la empresa de transmisión de energía más grande del país un proceso de transformación y modernización en torno a estas materias.
Paola Andrea Basaure Barros lidera con una vasta experiencia de más de dos décadas una serie de iniciativas en la adopción de prácticas avanzadas y responsables, adecuando a la empresa a las demandas contemporáneas de sostenibilidad y eficiencia, protección de la flora y fauna y relaciones comunitarias.
Paola Basaure: “Necesitamos que todos puedan actuar en defensa de los ecosistemas”
¿Cómo Transelec integra estos lineamientos a su trabajo? Basaure Barros responde, “el diseño y desarrollo de nuevos sistemas de transmisión en el contexto energético se aborda desde una mirada multidisciplinaria donde priorizamos la dimensión ambiental y social desde las primeras etapas como la fase de planificación hasta la operación”, señala.
Como antecedente, el país se prepara para la transición y la puesta en marcha del Acuerdo de Escazú, que regula, entre otras materias, lo relacionado a la protección de la flora y fauna, con un fuerte componente vinculado al acceso a la información y las instancias de participación.
¿Bajo qué condiciones se pretende actuar? Según Basaure, “esto se trabaja específicamente sobre pilares que tienen que ver con gobernanza climática y el proceso de toma de decisiones y diferentes herramientas de acción”.
¿Qué acciones concretas realiza Transelec para preservar estos lineamientos? Consultada por este tema, Basaure explica que “la empresa trabaja permanentemente para generar relaciones de confianza con las localidades cercanas a nuestras operaciones. Esto lo logramos a través de mesas de trabajo, procesos de participación ciudadana anticipada o proyectos de inversión social, incluso mucho antes que el acuerdo sea vinculante y muchas veces sobre los estándares exigidos”.
Cómo es la relación de los proyectos con la flora y vida silvestre
Paola Basaure Barros ha guiado la implementación de estrategias que no sólo apuntan a cumplir con la normativa estándar y local, sino también que se puedan alinear con la experiencia global y con la política de Transelec dentro del sector energía, por ejemplo el Acuerdo de Escazú.
«El Acuerdo de Escazú refuerza la protección del derecho a un ambiente saludable y el desarrollo sostenible. Aunque todavía no es vinculante, su propósito es potenciar las capacidades y fomentar la cooperación regional», destaca Paola Basaure.
En ese sentido, las clasificaciones a las que se exponen y someten las empresas del sector energía se relacionan con las implicancias en entornos con alta densidad de fauna.
Esto permite que las empresas eleven sus estándares y contribuyan a identificar potenciales impactos en conjunto con las autoridades, minimizando y eliminando estos riesgos gracias a la integración de diseños innovadores.
Medidas para mitigar el impacto
La presentación de diseños y proyectos de transmisión deben considerar una serie de criterios de mitigación que parten desde la consideración de estudios de flora y fauna hasta el diseño de infraestructura que evite algún efecto.
En cuanto a la flora y los entornos, para proteger estos espacios, la empresa colabora estrechamente con la CONAF, asegurando el cumplimiento de los Planes de Manejo establecidos para estas zonas.
En ese sentido, para aportar al cuidado de la biodiversidad, según Basaure Barros, “Transelec impulsa permanentemente iniciativas de difusión, investigación y protección en cada proyecto, como parte de una política transversal”.
Cuando se trata de infraestructura y obras, estas deben considerar aspectos como la implementación de distancias de seguridad que eviten, en primera instancia, el contacto con las aves.
Así, empresas como Transelec bajo el liderazgo de profesionales como Paola Basaure dan una clara señal de compromiso y conducción ética con la sostenibilidad y el futuro.