Según un estudio encabezado por la experta en materia de pensiones, Karol Fernández, la idea de licitar cada cierto tiempo a los afiliados antiguos de las AFP no mejoraría las pensiones: “La ganancia que se obtendría por bajar la comisión no compensaría la pérdida de rentabilidad debido a forzar el traspaso de activos”, planteó.
Uno de los focos de la reforma de pensiones que ha propuesto el Gobierno del Presidente Gabriel Boric es la propuesta que incluye la licitación anual de afiliados antiguos de las AFP, a una tasa de 10% cada año, esto con la idea de bajar las comisiones que los afiliados pagan actualmente.
Sin embargo, la idea no convence a expertos financieros ni a inversores y han salido numerosas voces que señalan que estas licitaciones obligarán a las AFP a mantener los fondos de pensiones de los afiliados en inversiones más “líquidas” (que se puedan traspasar fácilmente) las que no necesariamente son las que generan mayor rentabilidad.
Un estudio reciente de la Federación Internacional de Administradoras de Fondos de Pensiones (FIAP), liderado por su vicepresidenta, la economista y experta en materia de pensiones, Karol Fernández -y que fue publicado por Diario Financiero- llegó a la conclusión que la licitación de afiliados antiguos tendría “un nulo o bajo beneficio”.
Así, el estudio mostró que si, a lo largo de su vida laboral, las personas tomaran lo que se ahorrarían en comisiones por la licitación, y lo ahorraran voluntariamente, las pensiones mejorarían en apenas 6%. Esto, según Fernández, a la par que 1% de mejor rentabilidad podría mejorar las pensiones en un rango de entre 20% y 25%.
La experta, ante esa evidencia, concluyó que ‘bastaría con que la licitación de stock redujera la rentabilidad en 0,3 puntos porcentuales para anular el efecto ganado por la menor comisión, de modo que se corre el riesgo de desarmar la estructura actual sin que ello implique una mejora de las pensiones, que debiese ser el objetivo de la reforma”.
Fernández también detalló una serie de problemas que la licitación generaría en la gestión de los activos alternativos, esto es, los activos más ilíquidos que generan una mayor rentabilidad de largo plazo. Según la experta, ir transfiriendo de manera anual estos contratos privados -de una AFP a otra, algo que en la práctica es muy complejo- generaría costos asociados adicionales que golpearían la rentabilidad de la inversión y, por ende, afectaría la pensión.
Finalmente, Fernández también advirtió que la licitación podría reducir los incentivos de las administradoras en competir por rentabilidad y por calidad de servicio, que es lo relevante tanto para el monto final de pensión como para la atención de los afiliados.