El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, criticó al magnate Elon Musk durante una entrevista radial, exigiéndole que acate las decisiones de la Corte Suprema brasileña sobre la gestión de contenido en su red social X, anteriormente conocida como Twitter. Lula enfatizó que «cualquier ciudadano de cualquier parte del mundo que tenga inversiones en Brasil está subordinado a la Constitución y a las leyes brasileñas», en respuesta a la negativa de Musk de cumplir con las órdenes del tribunal para eliminar contenido de la plataforma.
Conflicto con la justicia brasileña
Lula señaló que Musk, quien ha mostrado cercanía con la derecha brasileña, debe «aceptar las reglas» y que no por ser un magnate puede «faltar al respeto» y «ofender» a las autoridades del país. Estas declaraciones se produjeron después de que el empresario estadounidense publicara ataques contra el magistrado Alexandre de Moraes, a quien calificó como una «desgracia para la toga de juez» y lo comparó con el personaje ficticio Lord Voldemort, antagonista de la serie de libros ‘Harry Potter’.
De Moraes, quien lidera una investigación sobre la propagación de noticias falsas en la red social X, ha ordenado repetidamente la eliminación de contenido, lo que ha provocado una escalada de tensiones con Musk. Ante la negativa del magnate de cumplir con las órdenes judiciales, el magistrado sugirió la posibilidad de encarcelar a los representantes legales de la empresa en Brasil, lo que llevó a Musk a cerrar la oficina de X en el país.
Medidas judiciales y represalias
En respuesta a la situación, de Moraes ordenó que Musk nombrara un representante legal en Brasil en un plazo de 24 horas, con el fin de cumplir con las resoluciones judiciales y asumir el pago de las multas impuestas contra X en el país. Sin embargo, Musk se negó a cumplir con esta orden, acusando al magistrado de haber bloqueado las cuentas bancarias de Starlink, su empresa de venta de internet por satélite, como medida de garantía para el pago de dichas multas.
El empresario no descartó la posibilidad de que las operaciones de X sean suspendidas en Brasil, donde la red social cuenta con aproximadamente 20 millones de usuarios activos. Ante esta situación, las tensiones entre Musk y las autoridades brasileñas siguen en aumento, lo que podría derivar en consecuencias legales y operativas para la compañía.
El conflicto en un punto crítico
La disputa entre Elon Musk y la justicia brasileña marca un momento crítico para la regulación de las plataformas digitales en el país. Mientras el gobierno de Lula insiste en la necesidad de respetar las leyes locales, Musk parece decidido a desafiar estas normativas, generando un debate en torno a la responsabilidad de las empresas tecnológicas en la difusión de información y la obediencia a las leyes nacionales.
La respuesta de Lula refuerza su postura de que, independientemente de su poder económico, ningún empresario está exento de cumplir con las leyes y respetar las instituciones de Brasil. Con la posibilidad de que X enfrente la suspensión de sus operaciones en el país, este conflicto podría sentar un precedente importante para la relación entre los estados y las grandes plataformas tecnológicas.