La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha emitido una advertencia sobre el uso excesivo de antibióticos entre los pacientes hospitalizados por COVID-19 durante la pandemia, una práctica que no solo fue ineficaz sino que además contribuyó a la amenaza de las «superbacterias» resistentes a los antimicrobianos.
El viernes, la OMS destacó que, aunque solo el 8% de los pacientes hospitalizados por el coronavirus tenía infecciones bacterianas que justificaban el uso de antibióticos, el 75% de ellos recibió estos medicamentos como medida preventiva. Esto ocurrió a pesar de que la agencia nunca recomendó antibióticos para tratar el COVID-19, el cual es causado por un virus y no por bacterias.
La portavoz de la OMS, la doctora Margaret Harris, recalcó que las directrices eran claras desde el principio. «No había ninguna recomendación de que los médicos debieran ir en esa dirección, pero quizás, al enfrentarse a algo completamente nuevo, optaron por lo que creían que podía ser apropiado», explicó.
El análisis de la OMS mostró que el uso de antibióticos varió significativamente entre regiones, con tasas que oscilaron desde el 33% en el Pacífico Occidental hasta el 83% en las regiones del Mediterráneo Oriental y África. Aunque en Europa y América la prescripción de estos medicamentos disminuyó con el tiempo, en África ocurrió lo contrario.
Más preocupante aún, los antibióticos más frecuentemente administrados eran aquellos con mayor potencial para desarrollar resistencia antimicrobiana (RAM). La doctora Silvia Bertagnolio, jefa de la Unidad de Vigilancia, Pruebas y Fortalecimiento de los Laboratorios de la División de RAM de la OMS, advirtió sobre las consecuencias de este uso indiscriminado. «Cuando los antibióticos son innecesarios, no solo no ofrecen beneficios sino que además plantean riesgos, contribuyendo a la emergencia y propagación de la resistencia a los antimicrobianos», afirmó.
El informe basado en datos de la Plataforma Clínica Mundial para la COVID-19, que recopiló información anónima de 450,000 pacientes en 65 países entre enero de 2020 y marzo de 2023, concluyó que el uso de antibióticos no mejoró los resultados clínicos de los pacientes con COVID-19. Por el contrario, podría haber perjudicado a aquellos sin infecciones bacterianas.
La OMS ha hecho un llamado a mejorar el uso racional de los antibióticos a fin de minimizar impactos negativos innecesarios para los pacientes y las poblaciones en general, destacando la necesidad de estrategias globales para gestionar la prescripción de estos medicamentos críticos.